Es importante que estén guardados en el lugar correcto y de que no caduquen.
Si el médico le receta algún medicamento nuevo, pregunte si hay alguna alternativa que no requiera tomar tantas pastillas al día (una buena idea si tiene dificultades para tragar).
Cada píldora debe estar etiquetada para que sea fácil de identificar en caso de que otra persona tenga que dársela en algún momento del día en el que no haya nadie de la asistencia domiciliaria (por ejemplo, si ocurre algo mientras el cuidador no está presente).
Sé consciente de los posibles efectos secundarios de la toma de cada medicamento -algunos pueden empeorar su estado de ánimo o causar somnolencia, entre otros problemas- y habla con su médico sobre la mejor manera de controlarlos antes de comenzar el tratamiento.
Si es posible, intente que la persona mayor no tomé demasiados medicamentos a la vez; esto puede aumentar los efectos secundarios y hacer que los mayores se sientan desorientados al tomar su medicación.
Gestionar los servicios sanitarios y sociales necesarios.
Gestionar los servicios sanitarios y sociales necesarios.
Asegurarse de que la persona mayor goza de buena salud y recibe la atención médica adecuada. Si necesita ver a un médico, asegúrate de mantener esas citas.
Lleva un registro de los medicamentos que la persona mayor pueda estar tomando, incluyendo la hora de las dosis y la cantidad de pastillas que debe tomar cada día. Pregunta siempre si no está seguro de lo que debe hacer cualquier medicamento antes de dárselo (o administrárselo mediante una inyección). También es importante saber si ha habido algún efecto secundario que pueda requerir atención adicional por parte del médico, como mareos después de tomar un determinado medicamento, por ejemplo.
Otra de sus tareas principales es proporcionar acompañamiento a las citas médicas, visitas a la farmacia, etc.
Garantizar las medidas de seguridad adecuadas.
Los cuidadores a domicilio son profesionales que se encargan de que la persona mayor mantenga un cierto nivel de calidad de vida sin tener que abandonar algo tan importante como su propio hogar, evitando así las residencias que puede hacer que se desoriente. Además, estos especialistas en cuidados toman ciertas medidas para que el hogar sea seguro para el anciano como:
Cerrar puertas y ventanas antes de salir de casa y antes de acostarse.
Proporcionar a los mayores un lugar seguro donde dormir por la noche (por ejemplo, con barrotes u otras medidas de seguridad) para que no se caiga de la cama.
Proporcionar comidas y meriendas nutritivas. Y labores de aseo.
Los cuidadores a domicilio se aseguran de que lso ancianos sigan una dieta equilibrada, incluyendo en la dieta alimentos con suficientes calorías y no demasiado azúcar. Además, puede ser útil que tomen al menos una comida al día que contenga proteínas y fibra.
Ayudan también en labores de aseo para que la persona mayor no tenga dificultades al ir al baño y pueda sufrir una caída.
Y simplemente la mejor tarea que puede ofrecer un cuidador a domicilio es la compañía, simplemente charlando y escuchando a esa persona mayor.
Cuidar de una persona de edad avanzada es una gran responsabilidad, y está bien buscar ayuda si la necesita. Si buscas algunos consejos sobre todas las ventajas que ofrece el contratar a un cuidador a domicilio, puedes encontrar más información aquí.
