Hace años que pedir un préstamo es un proceso que ha dejado de ser el tradicional trámite de ir a nuestra oficina bancaria a pedir dinero al gestor. Ya desde que irrumpieron las financieras de crédito telemáticas como Cofidis o Cetelem, alrededor de los 80 y 90, pedir un préstamo ya era posible sin tener que acudir a nuestro banco de toda la vida. Tan solo bastaba hacer una llamada, pero siempre implicaba algún tipo de burocracia, normalmente enviar algún fax.

No obstante, con la masificación de internet, los créditos a distancia volvieron a sufrir una revolución. Los minicréditos, préstamos de bajo importe con rápida aceptación, se popularizaron en nuestra sociedad. Sólo teníamos que hacer unos cuantos clicks, enviar un poco de documentación, y muchas veces en el mismo momento podríamos disfrutar de nuestro crédito.

Pero la masificación de este tipo de producto también traho sus desventajas. Con tanta variedad, es muy sencillo perderse en internet en busca el crédito que buscamos. Además, aunque cada vez menos común, tenemos la posibilidad de caer en alguna web estafa o en timos de phishing (adquisición de datos).

La palabra bróker viene de los corredores de seguros o de bolsa de toda la vida. Este tipo de profesional se trata de un mediador entre el cliente y los productos a contratar. Así pues, un corredor de bolsa invierte el dinero cedido por sus clientes (inversionistas) en las acciones que el profesional cree que reportarán más valor. Igual, un corredor de seguros se encarga de buscar el seguro adecuado a su cliente.

Un bróker de crédito ofrece prácticamente el mismo servicio. Pero, la mayor diferencia radica en que el bróker de créditos no es una persona físicia, si no un portal o una aplicación.

Esto explica su nacimiento y por qué es ahora cuando surge. Todo se debe a las tecnologías de algoritmos, bajo las cuales han nacido miles de Fintech (empresas tecnológicas financieras).

El algoritmo ha venido para quedarse. Y es que esta novedosa tecnología que procesa grandes cantidades de dato y discrimina por sí sola, sin necesitar de la ayuda humana, es la que realmente ha propulsado la popularidad de los brókers de crédito ahora, y no más tarde. Pero, ¿Cómo funciona?

Por ejemplo, en Fintonic es tan simple como bajar su aplicación, ingresar tus datos, y pedir el préstamo que deseas, indicando importe plazos, etc., de ésta manera, la aplicación buscará automáticamente un préstamo que se adecúe a tus necesidades.

Gracias también a los algoritmos, es posible bajo ciertas circunstancias disfrutar de nuestro crédito de manera inmediata. Sistemas como Instantor se conecta directamente con tu banco online verificando tus datos, sin guardar ningún tipo de información, por lo que podrías recibir el dinero o la validación del préstamo al momento.

Por supuesto, no todo es tan bonito. Como ya sucede con los corredores de seguros, los brókers de crédito a menudo se esmeran más en ofrecerte el préstamo que a ellos más les conviene, en lugar del que más te conviene a tí.

Por ello, una buena opción es usar comparadores de préstamos, los cuales aunque no suelen buscar un préstamo directamente, muestran todas las ofertas disponibles. Además, hay que tener cuidado de supuestos brókers de préstamo cuya intención sea traficar con tus datos personales.

Nuestra recomendación es que acudas a brókers reconocidos. Fintonic, además de ser una de las Fintech de mayor prestigio, es una empresa Española, por lo cual la recomendamos. O si no, puedes acudir a comparadores de préstamo como Top5Credits o Rastrator.

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