Mujeres estadounidenses, inglesas, belgas o francesas escogen clínicas de fertilidad españolas
Ciudades como Barcelona se han convertido en un foco de atracción para mujeres que desean preservar su fertilidad.
El sistema de salud español y las clínicas de fertilidad nacionales son un foco de atracción cada vez más potente para pacientes de todo el mundo. Muchas mujeres se desplazan a España para preservar su fertilidad mediante técnicas como la vitrificación de óvulos, que representa alrededor del 34% de los tratamientos que se realizan en las clínicas. Un estudio observacional que presentó Fertilab Barcelona en un congreso de la Sociedad Española de Fertilidad (SEF) reveló que algunas de las nacionalidades que más están visitando ciudades como Barcelona para aplazar su maternidad son la estadounidense, la inglesa, la francesa, la belga o la suiza, entre otras.
Según la Dra. Federica Moffa, ginecóloga y Directora Médica de Fertilab Barcelona, “la razón por la que muchas pacientes acuden a España para preservar su fertilidad tiene que ver con la legislación de ciertos países en materia de reproducción asistida o la excelencia médica que caracteriza los sistemas españoles”. Esto ha llevado a cifras reveladoras: en 2023, el 58% de las vitrificaciones que se llevaron a cabo en la clínica fueron a pacientes no españolas, frente a un 42% de pacientes nacionales. Esto se relaciona también con una tendencia creciente hacia la vitrificación por cuestiones sociales y económicas, que hacen que muchas jóvenes no puedan quedarse embarazadas en el momento óptimo cuando se trata de factores como la edad o el estado físico.
Ser mamá más adelante
Mediante este estudio se ha podido concluir que “cada vez más mujeres están concienciadas de lo que pueden hacer para asegurar su autonomía reproductiva, hecho que se ha traducido en un incremento del número de mujeres que vitrifican sus óvulos”, explica la Dra. Federica Moffa, ginecóloga y Directora Médica de Fertilab Barcelona. En relación a este aumento, desde la clínica de fertilidad han podido observar que, a día de hoy, la vitrificación de óvulos ya representa 1 de cada 3 tratamientos de estimulación y punción ovárica, frente a los 1 de cada 5 que representaba en 2019. Esto implica que 1 de cada 3 mujeres que acuden a una clínica de fertilidad, lo hacen para vitrificar sus óvulos.
Sin embargo, el aumento de casos de vitrificación de óvulos se enfrenta a un gran reto: la edad avanzada a la que se realizan estos tratamientos. Si bien el número de mujeres que apuestan por esta técnica ha aumentado, lo ha hecho sobre todo en mujeres de más de 37 años. Según explica la Dra. Moffa, “esto puede traducirse en una menor posibilidad de éxito y la necesidad de llevar a cabo múltiples ciclos para compensar la calidad de los ovocitos con más cantidad de estos”. Para que nos hagamos una idea, mientras que las mujeres de entre 27-36 años aproximadamente pueden dar entre 10 y 11 ovocitos maduros por punción, las mayores de 37 dan un promedio de 7.5, por lo que es probable que tengan que repetir estos ciclos. Por esta razón, la Dra. Moffa recomienda “intentar llevar a cabo la vitrificación antes de los 37 con tal de garantizar una tasa de éxito mayor”.
Sin embargo, se trata de algo complicado: las mujeres toman conciencia tarde, ya sea por cuestiones económicas o sociales. De todas formas, “es una tendencia que acabará llegando poco a poco a mujeres más jóvenes, concretamente aquellas que se encuentran entre los 30 y los 36 años, intervalo de edad en el que es más recomendable vitrificar: la capacidad ovocitaria es buena y la vitrificación no es demasiado temprana. Si la vitrificación es muy temprana podría traducirse en óvulos que quedan en desuso”.
