Una de las preocupaciones más frecuentes entre los problemas de digestión es sin duda la relativa a los gases intestinales. Es normal notar que por la mañana tenemos la barriga más lisa que al acostarnos. Eso se debe, principalmente, a la acumulación de gases en nuestro tracto digestivo, especialmente en los intestinos. No es recomedable acumular gases intestinales.
Esta acumulación de gases intestinales tiene diferentes causas, pero está normalmente relacionada con la alimentación y la digestión, sin perjuicio de otros aspectos de nuestra vida diaria, como el sedentarismo, la ansiedad, la fatiga nerviosa y la falta de ejercicio físico. La aerofagia o ingesta de aire con la comida, así como las bebidas carbonatadas y los chicles son causantes frecuentes de gases intestinales.
Gases intestinales y sus causas:
Entre las causas más frecuentes de los gases intestinales está la ingestión de hortalizas crudas, alimentos vegetales y diferentes tipos de legumbres. Los campeones en este aspecto son las judías blancas, el brócoli, la col y la coliflor. El consumo de chucherías (golosinas) y productos sin azúcar edulcorados con sorbitol. La bollería y el exceso de condimentos en los alimentos también son causas habituales. La ingestión de todo este tipo de alimentos provocará un aumento considerable de gases intestinales.
Entre los adultos, un factor importante en la producción de gases intestinales está en la leche. Un porcentaje elevado de la población adulta sufre en mayor o menor grado intolerancia a la lactosa, lo que se traduce en distensión abdominal, molestias digestivas y gases. La lactosa está presente tanto en la leche entera como en la leche descremada, por lo que un cambio entre estas no aporta mejoría. Es conveniete detectar en nuestra dieta habitual todos aquellos alimentos que contienen lactosa. El objetivo es no aumentar la cantidad de gases intestinales.
Teniendo en cuenta estos aspectos, para reducir los gases intestinales es recomendable tomar leche sin lactosa o sucedaneos vegetales de la leche, evitar las golosinas y comer despacio masticando tranquilamente. Son preferibles las verduras cocidas a las ensaladas, y las lentejas bien cocidas a las judías blancas.
Para evitar la producción de gases intestinales es preciso reducir la ingesta de bollería industrial y cocinar a base de horno o plancha, evitando las frituras y las salsas pesadas y grasas. Es fundamental hacer algo de ejercicio físico, que favorece enormemente el tránsito intestinal y la regularidad. Y, finalmente, es muy importante disponer de complementos de higiene intestinal, del tipo Depurcolon, para mantener el colon limpio y apoyar el metabolismo digestivo. El cuidado del colon nos aportará mejoria notable en nuestra salud y evitará el incremento de gases intestinales.