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Demostrando La Existencia De Dios.

La Obvia Existencia De Dios

La Obvia Existencia De Dios

Desde el momento en que el hombre abre sus ojos a este mundo, un orden grandioso lo rodea. Él necesita oxígeno para sobrevivir; y es interesante que la atmósfera del planeta en el que vive proporciona justo la cantidad adecuada de oxígeno que necesita. De esta manera, respira sin dificultad. Para la existencia de la vida en este planeta, la existencia de una fuente de calor es esencial. En respuesta a esta necesidad, el sol se encuentra a la distancia justa para emitir la cantidad exacta de calor y energía que necesita la vida humana. El hombre necesita alimento para sobrevivir; cada rincón del mundo tiene en abundancia provisiones asombrosamente diversas. Del mismo modo, el hombre necesita agua; sorprendentemente, las tres cuartas partes del planeta están cubiertas de agua. El hombre necesita refugio; en este nuestro mundo, hay tierra sobre la cual es adecuado construir, así como los materiales necesarios con los que se pueden construir refugios.

Estos son solo algunos de los miles de millones de detalles cuidadosamente ordenados, que hacen posible la vida en la tierra. En resumen, el hombre vive en un planeta perfectamente diseñado para su supervivencia. Este es en verdad, un planeta "creado para los seres humanos", como Allah dijo en el Corán:

“¿Es que no veis que Allah os ha subordinado todo lo que hay en los cielos y en la tierra y os ha colmado de Su favor tanto externa como internamente?...” [Noble Corán 31:20]

El entendimiento del mundo de una persona se basa en "métodos de pensamiento adquiridos". Es decir, piensa en la forma en que se le ha enseñado, o, menos amablemente dicho, se basa en la forma en que se le adoctrina. Bajo esta premisa, a menudo descarta todo lo mencionado anteriormente como "realidades triviales". Sin embargo, si no deja de lado el asunto, y comienza a cuestionar las condiciones que hacen posible nuestra existencia, seguramente saldrá de los límites del pensamiento habitual y comienza a pensar:

¿Cómo funciona la atmósfera como un techo protector para la tierra?

¿Cómo cada una de los miles de millones de células en el cuerpo humano conoce y realiza sus funciones individuales?

¿Cómo existe este extraordinario equilibrio ecológico en la tierra?

Una persona que busca respuestas a estas preguntas seguramente va por el camino correcto. Él no permanece insensible a las cosas que suceden a su alrededor, y no defiende la ignorancia sobre la naturaleza extraordinaria del mundo. Una persona que hace preguntas, que reflexiona y da respuestas a estas preguntas se dará cuenta de que, en cada pulgada del planeta, reina un plan y un orden:

¿Cómo surgió este impecable orden en todo el universo?

¿Quién proporcionó y mantiene el delicado equilibrio en el mundo?

¿Cómo surgieron los seres vivos, tan increíblemente diversos en la naturaleza?

Llevar a cabo una investigación minuciosa para responder a estas preguntas resulta en una concientización personal de que todo en el universo, su orden, su equilibrio, sus seres vivos y su estructura; son componentes de un plan, producto de un cuidadoso diseño. Cada detalle: la excelente estructura del ala de un insecto, el sistema que permite que un árbol lleve toneladas de agua a sus ramas más altas, el orden de los planetas y la proporción de gases en la atmósfera; todos son ejemplos únicos de perfección.

En cada detalle de este inmensamente diversificado mundo, el hombre encuentra a su Creador. Dios, el dueño de todo en el universo, se presenta al hombre a través del diseño impecable de Su creación. Todo lo que nos rodea, las aves en vuelo, nuestros corazones palpitantes, el nacimiento de un niño o la existencia del sol en el cielo, manifiestan el poder de Dios y Su creación. Y lo que el hombre debe hacer es entender este hecho.

Una persona inteligente nota que la planificación, el diseño y la sabiduría existen en cada detalle de este mundo. Esto lo lleva al reconocimiento de la existencia de un Creador.